
de pronto nos damos cuenta que la vida es una rueda, que por más piedras que haya en el camino lo único que nos llevará a destino es avanzar, y no quedarnos en el primer tropiezo.Hoy me subo al tren, sin rumbo por ahí, dejando las penas en la estación de donde parto... Llevándome una mochila con recuerdos, pero con un libro nuevo y una pluma para escribir mi historia basada en el presente. Dejando las hojas amarillas de lado, nada de pasado, con la cabeza puesta en las estaciones que pasaré,las personas que me llevará este viaje a conocer, las circunstancias por las que tengo que pasar.Me encantan los desafíos, por momentos siento que la mochila me pesa, pero depende de nosotros convivir con eso que nos hizo daño o tomar lo mejor para seguir adelante. Dale, vos ¿en que tren te subís?Qué fácil resultaría saber donde está la terminal. Ese es el gran misterio de la vida, allí encontraremos la felicidad que tanto buscamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario